Tierra de contrastes, isla de volcanes y el lugar de nacimiento de Don Corleone. Es un destino de buen comer, de buen beber, de buena vida.
Separada del continente europeo por un estrecho de 2 kilómetros de ancho y a menos de 150 km del continente africano, Sicilia es la isla más grande del Mediterráneo y un crisol de culturas.
Lo que hace a esta isla un lugar único es su increíble historia. Por su posición estratégica en el medio del Mediterráneo, casi todas las grandes civilizaciones del mundo antiguo dejaron su marca allí.
Fenicios, griegos, romanos, árabes, normandos, franceses, germanos, españoles, italianos e ingleses hacen de un viaje a Sicilia una mezcla de experiencias.
Es un armonioso caos de sabores, aromas, vinos, quesos, olivas, gritos, expresiones corporales y tráfico desordenado.
Recorrido motorizado
Sicilia es una de esas islas en la que no querés perderte ningún rincón que ofrece cada ciudad: cultura, gastronomía, ciudades con encanto, Patrimonios de la Humanidad, arquitectura, templos, mar.
Por eso la mejor forma de conocer Sicilia es en auto. Estos son los mejores consejos para descubrir la isla italiana.
Lo ideal es hacer una ruta circular empezando por Palermo y finalizando el recorrido en Catania.
Palermo
Es un choque cultural increíble, es una ciudad llena de vida y energía pero también de caos y desorden. Los semáforos parecen invisibles, por eso manejar aquí es apto solo para los más valientes.
No perderse:
- Visitar el mercado de frutas y verduras Ballaro donde podrás empaparte de los colores y aromas sicilianos
- Callejear por Palermo sin un rumbo fijo, poder ver sus fachadas descascaradas, sus callejones que desbordan su herencia árabe
- Disfrutar de sus terrazas al aire libre donde tomarte un rico café
- Comer en un pequeño restaurante familiar con manteles a cuadros para degustar la típica gastronomía siciliana
- Recorrer y disfrutar de las impresionantes vistas al mar en el Fioro Itálico
- Conocer Monreale, a unos 10 km de Palermo, donde hay joyas arquitectónicas como la Iglesia de la Martonara, el Palacio de los Normandos, el teatro Massimo, la Fuente Pretoria, etc.
Ojo: Los italianos son muy expresivos, mueven mucho las manos, pero también son cariñosos y grandes anfitriones.
Erice
Es una de las sorpresas medievales de Sicilia. Erigida en lo alto del Monte Eryx, la ciudad tiene las mejores vistas del Puerto de Trapani.
No perderse:
- Visitar el Castillo normando de Venere
- Disfrutar de sus calles medievales
- Degustar su inconfundible cannoli, postre siciliano relleno de ricotta y fruta confitada
San Vito Lo Capo
Este pueblo pesquero tiene una playa espectacular, para algunos de las mejores de Sicilia. Es ideal para hacer una pausa en la ruta y relajarse en sus playas de aguas cristalinas.
No perderse:
- No dejes de probar el couscous de marisco y pescado, heredada de la influencia árabe.
- Su casco antiguo lleno de iglesias merece la pena ser visitado.
Agrigento
El Valle de los Templos de Agrigento, de 2500 años, son los monumentos griegos mejor conservados
No perderse:
- Recorré la ruta que bordea a los templos por la noche, es imperdible verlos iluminados.
Siracusa
Desprende encanto de cada uno de sus rincones. Es una ciudad universitaria por eso siempre hay ambiente joven y festivo.
No perderse:
- Visitar el centro histórico (isla Ortigia), la zona arqueológica con su anfiteatro romano y la Oreja de Dionisio.
- Perderse por las calles medievales, sus piazzas barrocas, sus mercados y palazzos.
Fontane Biache
Otra del las playas más bonitas de Sicilia, una bahía de aguas turquesas y vegetación mediterránea.
- Degustar los famosos pinchos de sardinas beccafico,
Taormina
La emblemática ciudad de Taormina a los pies del Volcán Etna es encantadora y glamorosa. En verano suele estar abarrotada de gente, por eso conviene apartarse del centro y disfrutar de sus calles más alejadas.
No perderse:
- Bañarse en las playas volcánicas
- Subir a a cima del Volcán Etna, el volcán activo más alto de Europa
- Disfrutar de sus trattorias inconfundibles
- Visitar el teatro greco-romano, una parada obligada y Villa Comunale, el jardín botánico, uno de los parques públicos más lindos.
- Conocer las calas, la playa Lido Mazzaro, la famosa isleta Isola Bella.
- Visitar Castelmola y su vino de almendra, un pueblo medieval con vistas de vértigo, calificado como uno de los más bellos de Italia.
Catania
El destino no fue benévolo con Catania, ha sufrido sismos y guerras pero aún así resurge de las cenizas. La plaza del Duomo y su catedral de Santa Agata, su patrona, son imperdibles.
No perderse:
- Conocer La Fontana del Elefante y el Teatro Massimo Bellini
- Hacer compras en las calles Via Etnea y Corso Italia
- El Monasterio dei Benedettini es una de las joyas barrocas de Catania
Resistiendo el paso del tiempo y hasta terremotos, con una rica herencia cultural y gastronómica, Sicilia es temperamental, bella, y única.
Como decía Goethe “Sin Sicilia, Italia no deja ninguna imagen en el alma, Aquí está la clave de todo”.
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