Destruida casi por completo hace más de 70 años, Berlín supo levantarse de las cenizas y transformarse en la cuna de la historia del siglo XX.
Artística, joven y libre, llena de bares y restaurantes, y con una arquitectura única, en Berlín pasás de estar en una plaza moderna a estar parado frente al emblemático Muro, de una pared de graffitis coloridos a las ruinas de un edificio nazi.
La huella del Muro que la partió en dos es lo que la hace distinta, un destino europeo único que trata de sacudirnos todo el tiempo, de
sacarnos de nuestra comodidad y de hacernos recordar todas esas cosas que pasaron hace tantos años pero con un dinamismo que mira siempre al futuro.
¿QUÉ HACER?
1. Puerta de Brandemburgo: es uno de los símbolos de Berlín, inaugurada en 1791, no es el típico arco del triunfo, sino una de las antiguas puertas de entrada a la ciudad. Te recomendamos visitarla de día y sobre todo de noche, cuando luce espectacular iluminada.
2. Isla de los Museos ó Museumsinsel: este recorrido cultural, declarado Patrimonio de la Humanidad, alberga cinco museos de renombre mundial: el Museo de Pérgamo, el más visitado, el Museo Antiguo con su estilo clasicista, el Museo Bode con esculturas bizantinas, el Museo Nuevo que muestra la escultura de Nefertiti y la Antigua Galería Nacional.
3. Edificio del Reichstag: gigantesco, magínico y noble, así se ve el edificio del Parlamento Alemán que está ubicado en el corazón del Berlín, y cuya cúpula de vidrio es un imán para los turistas.
4. La torre de televisión y el reloj mundial: con 368 metros de altura, la torre de televisión es el edificio más alto de toda Alemania. Podés subir a la terraza panorámica donde hay un restaurante giratorio. Además en la plaza Alexanderplatz está el reloj mundial, que marca el horario de todos los continentes y es un punto de encuentro y de eventos icónico.
5. East Side Gallery: más de 1 km de historia del arte al aire libre. La East Side Gallery es la sección intacta más larga que existe del Muro actualmente. En 1990, 118 artistas se unieron para pintar los grafittis que se ven hoy en día en las paredes.
6. Catedral de Berlín: es el templo religioso más importante de la ciudad, que sufrió grandes daños debido a los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. No dejes de ver su cúpula de cobre de color verde, su altar de mármol blanco y su impresionante órgano.
7. Checkpoint Charlie: fue el paso más famoso del Muro de Berlín durante la Guerra Fría que mantenían los americanos y los rusos. Solo se permitía el paso de un lado a otro a gente autorizada sino los guardias tenían orden de disparar a matar.
8. Prenzlauer Berg: es el barrio hipster de Berlín y muy de moda hoy en día, las casas destartaladas que estaban detrás del Muro hoy son modernos locales de diseño, cafés de moda, shows callejeros, junto al verde del Mauerpark. Este barrio es donde viven los artistas bohemios, estudiantes y familias jóvenes.
9. Mercado del Mauerpark: este mercado de pulgas, es el mejor lugar para ir de compras porque en pocos lugares vas a encontrar la variedad, la novedad y los precios que verás ahí. Discos, libros, ropa, adornos, el mercado abre los domingos y verás el verdadero alma de Berlín.
10. Postdamer Platz: es una de las zonas más modernas y animadas de Berlín donde es “obligatorio” un recorrido por el ultra moderno Sony Center, perfecto para hacer algunas compras.
¿QUÉ COMER?
Algunos de los platos (y bebidas) típicas:
1) Cerveza: aunque parezca obvio, se los recordamos, los alemanes son famosos por sus cervezas, y su capital es el lugar ideal para probarlas. Desde tomarte un porrón caminando por la calle hasta sentarte en un bar a la tardecita, las opciones son variadas.
2) Döner Kebab: un plato callejero creado por los inmigrantes turcos en Berlín, el döner tiene diferentes variantes de acuerdo al país donde se haga. En Alemania la forma típica es un pan pita relleno de carne trozada, ensalada y alguna salsa.
3) Currywurst: no hay Berlín si no probas estas salchichas cortadas con salsa de curry.
4). Berliner Pfannkuche: lo que nosotros conocemos como «berlinesas«, los berlineses llaman en realidad pfannkuche. Son una especie de donas, pero sin el agujero del medio irresistibles. Llevan rellenos como crema de vainilla, chocolate o mermeladas de frutas.
TIP DE AMIGO: no dejes de tomar un café con "Apflestrudel" en el Café Eisnstein Stammhaus, donde Quentin Tarantino filmó escenas de "Bastardos sin Gloria"
Viajamos Juntos!
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