Italia es mucha Italia, nos harían falta dos vidas para poder recorrer cada rincón, así y todo nunca terminaríamos de conocerla. Esta vez nos vamos al sur, al “taco” de la bota más famosa. Esta vez nos vamos a Apulia.
Para muchos desconocida, para otros el epicentro del Mediterráneo, donde el Mar Adriático y el Jónico se juntan y hacen una de las regiones más bellas del mundo, donde el sol brilla especialmente y contrasta con los colores del mar. Apulia es un destino para los amantes del mar, los que buscan un verano tranquilo y encuentran en la simpleza el máximo refinamiento.
Pueblos marineros abrazados de murallas, terrazas cavadas en la roca, villas con historia y una espléndida campiña salpicada de las famosas “mazzerías”. La esencia del Mediterráneo, con su trilogía clásica de olivos, viñas y trigo, se condensa en Apulia, donde encontramos una Italia más rural, marítima y por momentos “griega”. Una región que combina el mar y la montaña, el campo y los pequeños pueblos, el buen comer y el buen beber con total naturalidad.
La Apulia es conocida también como mezzogiorno (mediodía), por su increíble atmósfera: la paz de sus paisajes y la tranquilidad de su gente dotan a la región de un ambiente característico, una vida que pasa despacio, que se detiene en cada momento para apreciar la belleza del instante.
Esta Italia “desconocida” es el destino de romanos y milaneses, de famosos no estridentes que buscan la sencillez del anonimato. Una región ni tan famosa ni tan célebre pero sí sumamente atractiva. Te invitamos a descubrirla:
La mejor forma de conocer la costa Apuliana es alquilar un auto para movernos con total libertad, a nuestro aire y tiempos.
Nuestra puerta de entrada es Bari, su capital, y lejos de ser una ciudad enorme, caótica y sucia, es lo más parecido a un balneario. Tanto es así que parece la capital de un resort. Es una ciudad que mira al mar con amplias avenidas y un casco antiguo con calles y laberintos que nos llevan a su principal atracción: la Basílica Romana de San Nicola (donde se encuentran las reliquias de este santo muy venerado por italianos y cristianos ortodoxos).
Puntos de referencia para descubrir en la espuela de la bota:
1) Acá va un “secretazo”: Islas de Tremiti
Un archipiélago soñado sobre el Adriático, tres islas idílicas con acantilados dramáticos y calas de ensueño ideales para nadar y bucear. Estas son San Domino, Capraia y San Nicolás. La isla de San Domino es la más grande. Su costa accidentada está llena de grutas y cuevas, una maravilla para recorrer en kayak, disfrutar de unos baños de mar y bucear. Es una joya de la naturaleza. Comer pescado fresco flotando sobre el mar es una de las experiencias que hay que hacer en Tremiti.
2) Parque Nacional Gargano
Es interesante destacar los “trabucchi” en Gargano, que son unos ingenios de pescas, unas estructuras de madera, una plataforma de pesca con troncos finos como cañas y redes. Son súper pintorescos, forman parte del paisaje y muchos de ellos hoy son restaurantes.
3) Polignano al Mare
Es un pueblo marino para destacar muy cerca de Bari. Despampanante sobre un acantilado de infarto, su casco se labra entre calles que forman un laberinto: restaurantes, boutiques, cafeterías, artesanías etc. con vistas realmente increíbles.
Destacamos el famoso restaurant Grotta Palazzese, un lugar único. Sólo en Italia puede haber algo tan romántico como el Palazzese, donde el mar talló la roca y en sus grutas sobre el mar se ven mesas de diseño y autor totalmente iluminada por lámparas Artemide de Milán.
Hacia el Valle de Istria, los campos de olivos forman un paisaje único en el mundo.
Aquí se destaca:
Alberobello
Tierra “trulli”, un pueblo bellísimo, original y Patrimonio de la Humanidad.
En un momento histórico donde no se podían construir casas estables, los habitantes de
estas tierras demostraron su capacidad de adaptación construyendo sus casas solo apoyadas con la piedra pobre de la zona, los “trulos”. Un pueblo soñado para
recorrer con calma.
Ostuni
La ciudad blanca, la única del valle que da al mar, un casco antiguo de locos pintado con cal blanca.
Continuamos por la zona del Salento en Apulia. Para ubicarnos geográficamente estamos en el taco taco de la bota.
Una de las zonas más hermosa y muy recomendable para recorrer a tu aire y sin prisa es Lecce. Conocida como “la Florencia del Sur” por la riqueza arquitectónica de su casco. Su colorimetría blancuzca y beige bien claro se lo da el trabajo con piedra local. La catedral, el anfiteatro, los palacios e iglesias se suceden y lo más llamativo es que no lo dejan en manos de turistas sino que lo viven los locales con total naturalidad.
Otranto
Clavar los frenos y quedate a vivir! Pueblo amurallado, casco antiguo, catedral, castillo, callejones, calles empedradas y casas de tal blancura que nos traslada a Grecia.
Gallipoli
Una islita amurallada por completo y un viejo puerto con el ambiente ideal para comer a la italiana pescado y mariscos frescos.
Matera en Basilicata
Explorar la ciudad troglodita. Habitada sin interrupción desde el paleolítico, Matera no pertenece a la Puglia pero queda en sus lindes, en Basilicata (ya su nombre dan muchas ganas de ir!). Hoy sus “sassi” son el símbolo de la ciudad (grutas y casas excavadas en la roca) donde vivían juntos hombres y animales, sin electricidad ni agua corriente. Declarada Patrimonio de la Humanidad y llena de singulares iglesias rupestres (excavadas directamente en la roca aprovechando alguna cueva natural para generar un lugar de culto, también sirvieron como eremitorios donde vivían uno o varios ermitaños dedicados a la oración)
Pasear por Matera es caminar por un “pesebre viviente de cartón piedra”. Antiquísimas viviendas cavadas en la toba volcánica y tejados que sirven de piso para nuevas viviendas.
Le llaman la “segunda Belén” y en 2019 será capital cultural. Aquí se filmó la película Pasión de Cristo y hay un hotel muy famoso que se llama Sextantio (el lujo de dormir en una cueva versión chic y ser un troglodita con wifi).
Dos imperdibles de estos lares:
· Practicar el deporte nacional de la “passeggiata”, el paseo de la tarde con una granita o helado en mano.
· Tarantella: marca el ritmo de los festivales populares. Todo un ambientazo al caer la noche.
Paisajes de foto, acantilados, pueblos blancos, mar azul…cada tanto alguna calita con arena dorada, Apulia es un verdadero tesoro italiano, un viaje entre dos mares con historia, paisajes únicos y pueblos de ensueño que quedarán en el corazón de quienes lo visiten.
Más información:
Como llegar y moverse: Los aeropuertos de Bari y Brindise reciben la mayoría de los vuelos a la Apulia, otra opción es volar a Nápoles, a 220 kms y alquilar un auto para recorrer la región, que como te comentamos es la mejor manera de hacerlo.
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