Lejos del estereotipo del Sudeste Asiático de locura, ruido, suciedad y desorden, Singapur supo convertirse en una ciudad modelo: moderna, limpia y un ejemplo de superación.
Con una arquitectura que sorprende, cuando nació era un pequeña isla con pocos recursos naturales recién independizada del dominio británico.
Pero, con el paso tiempo se reinventó hasta convertirse en un milagro económico. La “perla de Asia”, modelo de superación y éxito es objeto de estudio en el mundo entero.
A pesar de ser un país pequeño que podés recorrer en una hora, dentro de este envase chico hay una diversidad cultural y gastronómica como pocas en el mundo.
Aquí un recorrido apasionante por esta pintoresca isla de bosques tropicales y jardines verdes:
Skyline: Singapur tiene un skyline impactante con enormes rascacielos en la zona financiera. El edificio estrella de la ciudad es el lujoso hotel formado por tres torres Marina Bay Sands, sobre el Kallang river que conforma junto con One Raffles Place y Republic Plaza, el skyline de vanguardia y pujanza de Singapur.
Multicultural: en esta isla conviven chinos, indios, malayos, inmigrantes de todo el mundo, cada uno con su cultura, sabores, olores y sonidos. Su pasado colonial y migratorio la hace aún más rica culturalmente.
Jardines: es la la ciudad más verde y limpia de Asia porque es un país obsesionado con la limpieza y la higiene. Los jardines de la Bahía o Garden By the Bay, más de 100 hectáreas ubicadas en pleno centro de la ciudad, son el nuevo pulmón de la ciudad y espacio de ocio. Vale la pena recorrerlo, es impactante la belleza natural!!
Consumo: también tiene su lado superficial que lo encontrarás en Orchard Road, el símbolo del consumismo. Es una avenida en la que en dos kilómetros se concentran más de 50 centros comerciales de todo tipo. Para los amantes de las compras esta es su calle, una calle elegante y cosmopolita en la que podés encontrar cualquier cosa.
Colonial: la modernidad de la ciudad contrasta con sus barrios: Chinatown, Little India o el barrio árabe y su origen colonial que se puede apreciar en la arquitectura de sus edificios de fines del siglo XIX como el Hotel Raffels.
Clarke Quay: estos antiguos muelles son una de las zonas más animadas de Singapur, con decenas de restaurantes y bares de copas. La mejor hora para visitarlos es sin duda por la noche para vivir en primera persona el espíritu festivo de los asiáticos.
Para chuparse los dedos: los “hawkers" son la verdadera comida callejera se disfruta en Singapur. Es la mejor manera de degustar platos deliciosos por 2 o 3 dólares. Fiel a su origen migratorio en cada hawker centre hay decenas de puestos con cientos de especialidades. No dejes de probar el famoso Soya Sauce Chicken Rice.
Sentosa Island: es la isla temática por excelencia dedicada al ocio y diversión. Hay parques de todo tipo desde Universal Studios, un aquapark y un espectacular acuario para perderse un par de días en un mundo paralelo.
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