Playas vírgenes, arrecifes de colores y cardúmenes de peces exóticos es lo que te espera si te embarcás al Caribe brasileño.
Y Porto do Galinhas es sin duda una de esas playas tocadas por la varita mágica de la naturaleza.
Sin cruzar ningún océano ni volar mil horas, este antiguo puerto de “gallinas" (como le decían a los esclavos que llegaban de Angola) ubicada a 70 km de Recife es la combinación perfecta entre el estilo rústico y descontracturado de un pueblo de pescadores y una completa infraestructura turística: desde posadas al estilo brasileño hasta hoteles cinco estrellas.
Cocoteros por donde mires y aguas verdes cristalinas hacen de este destino una explosión para los cinco sentidos. Aquí el tiempo se detiene. La que manda es la naturaleza, a vos sólo te queda entregarte a las bondades del sol y la belleza marina. Es una experiencia de conexión absoluta con el entorno. Por eso es una de las favoritas de Brasil.
Pero hay más que sol, camarones y caipirinha. Para aquellas almas inquietas son estas IDEAS con más adrenalina y emoción:
FLOTÁ EN UNA PISCINA NATURAL EN MURO ALTO
Para los aventureros alquilar un buggy para ir hasta Muro Alto que queda a 10 km de Porto do Galinhas es el programa perfecto. Realmente vale la pena conocer este fenómeno natural que se da producto de las mareas. Sus famosas piscinas naturales a lo largo de 2,5 km permiten que interactúes con los peces de colores entre arrecifes y te sientas flotando entre peces en un acuario gigante.
BUCEÁ A LO JACQUES COUSTEAU
Es el destino ideal para bucear porque las piscinas naturales entre los arrecifes de coral son el escenario perfecto los que recién están empezando, las aguas son tranquilas y poco profundas. Se puede practicar tanto snórkel como autónomo con tanque de oxígeno. La mejor época es entre octubre y marzo cuando la temperatura del agua ronda los 28 grados y se ve hasta los 10 metros de profundidad. Verás pasar cardúmenes de peces coloridos, podrás atravesar túneles y explorar cuevas submarinas. Para los más osados existe la posibilidad de bucear durante la noche! Una experiencia para no olvidar!
SURFEÁ LAS GIGANTES OLAS DE MARACAÍPE
Porto do Galinhas tiene playas paradisíacas para todos los gustos. Las más frecuentadas son Ponta do Cupe, Cupe, Praia do Centro, Maracaibo, Pontal de Maracaibo y Muro Alto. Si estás en busca de las mejores olas no dejes de probar la playa de Maracaípe y si sos más del kitesurf la playa vecina Pontal de Maracaípe será tu favorita.
CABALLITOS DE MAR COMO EN UN CUENTO DE FANTASÍA
Un paseo imperdible es ver de cerca los caballitos de mar que viven en el manglar, la unión entre el río y el mar que crean un ecosistema diferente al marino. Lo mejor es alquilar una jangada, un pequeño bote tipo balsa de madera guiado por un jangadero que les buscará los caballitos de mar para sostenerlos con sus manos dentro de un recipiente con agua.
REFRESCATE EN LAS CASCADAS
A las Cascadas de Urubú se llega en un jeep que que se contrata en el balneario. El paisaje durante la hora de viaje con las plantaciones de caña y las casa de los cortadores es muy pintoresco y exótico. Las cascadas tienen una caída de 33 metros de altura y son una opción ideal para refrescarse y conocer más la Mata Atlántica tierra adentro. Dentro del parque hay una completa infraestructura de hospedaje y entretenimiento, área de camping, piscinas con toboganes de agua, baños de chorros de agua, paseos en kayak y bote.
DEGUSTÁ FRUTOS DE MAR
Durante la puesta del sol todos se dirigen al pueblo. La especialidad de la zona es la comida regional especializada en los frutos de mar. En un ambiente festivo, rústico y bien de playa hay varios restaurantes para poder degustar las delicias locales y además hacer alguna compra de artesanías.
Tip gourmet:
El centro gastronómico de Maracaípe tiene una gran oferta culinaria de platos exóticos regionales para almorzar o cenar. También hay movida nocturna con bares y discotecas que ofrecen música variada y actuaciones en vivo. No dejes de probar los tragos con las mejores frutas tropicales del Brasil.
Placer, relax, vegetación emoción y adrenalina: luego de unos días en este lugar exuberante una cosa es segura: te van a dar ganas de llevarte un pedazo de ese paraíso en la valija para tenerlo siempre cerca y no olvidarlo jamás.
Info útil:
¿Por qué se llama Puerto de Gallinas? Se ganó ese nombre debido a la gran llegada de esclavos que llegaban de África en forma ilegal. Cuando alguien decía “hay gallina en el puerto” significaba que había llegado un barco con un contrabando de esclavos. Los mismos venían escondidos en barcos que supuestamente transportaban gallinas de Angola para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar.
Clima: el sol y el calor son garantía durante todo el año. La temperatura promedio anual ronda entre los 26º C y el índice de lluvias es bajo. La temperatura del agua llega a los 28º C por la corriente cálida de Brasil que permite un agradable baño en el mar a lo largo de los 18 kilómetros de extensión de sus playas.
Cómo llegar: la proximidad al aeropuerto de Recife y las buenas autopistas de acceso a las playas son factores muy importantes para elegir este destino. Por la Rota do Atlântico se tardan unos 50 minutos para llegar al balneario.
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