No tenés por qué viajar a Suiza para experimentar la vida en un pueblo alpino de montaña. Bariloche te queda mucho más cerca, hablan español y tiene todos los ingredientes europeos al alcance de tu mano.
Es un mundo repleto de sabores: desde las mermeladas caseras de frutas finas hasta las exquisitas cervezas artesanales, todo invita al disfrute del paladar. Pero entre tantas delicias el sabor por excelencia de Bariloche que ha conquistado a varias generaciones es el chocolate.
La ruta del chocolate
No fue precisamente un suizo sino un italiano, el Señor Aldo Fenoglio, quien instauró en 1947 la primera fábrica de chocolate en San Carlos de Bariloche. Hoy la tradición chocolatera domina la Avenida Mitre en el centro de la ciudad y es símbolo absoluto de la gastronomía local.
El popularmente conocido "chocolate Bariloche" es uno de los más refinados del mundo porque conjuga las recetas europeas, la producción artesanal y la combinación de los productos regionales de la Patagonia. A esto se suma una cualidad típica del lugar, que es la baja humedad y las condiciones climáticas frescas, lo que le dan características ideales para su conservación.
El paseo gastronómico por las principales tiendas y fábricas de chocolate es un must. Cada chocolatería tiene su sello: chocolates en rama, bombones, frutos secos y otras exquisiteces patagónicas.
Mamuschka
La tradicional muñeca rusa es la imagen más conocida de esta gran chocolatería ubicada en la esquina de Mitre y Rolando que es un emblema y uno de los paseos imperdibles de la ciudad. En esta pintoresca tienda encontrarás inimaginables creaciones a partir del chocolate: almendras rellenas, mousse con el típico dulce de leche, licores de crema, cerisette con licor de guindas, dátiles acaramelados, mousse de limón, mazapán casero con amaretto. Bombones en caja o lata, golosinas infantiles, marroc, tabletas, turrones y el inigualable chocolate en rama completan la vasta propuesta de Mamuschka.
Rapa Nui
Creada por descendientes de Aldo Fenoglio. Más que una chocolatería, es una gran confitería donde degustar todo tipo de delicias típicas con un espacio para sentarse a disfrutarlas. El local se encuentra en Mitre 202 y presenta una irresistible exhibición de chocolates clásicos y novedosos, así como postres, helados y hasta productos artesanales salados. Varias décadas de tradición familiar en el arte confitero aseguran la calidad de estos productos.
Museo del Chocolate Havanna
En este gran establecimiento emplazado en la Avenida Bustillo se puede aprender sobre la historia del chocolate, saber cómo se elabora y degustar un poco del grano. Súper recomendable!.
Abuela Goye
Los encantadores locales temáticos de Abuela Goye envuelven a los visitantes con los aromas del chocolate en rama, las tabletas y las golosinas rellenas de frutas. También se venden postres, tortas, mermeladas, alfajores, licores y helados de producción artesanal, todo según las recetas de las familias fundadoras de la Colonia Suiza. Los hermanos Goye fueron, de hecho, los primeros habitantes del lugar. La fusión entre la tradición europea y patagónica es el sello distintivo de la empresa.
Benroth Chocolates
Es una empresa familiar que surgió en la década del 60. Tienen distintas variedades y combinaciones de chocolates y sabores que la hacen una marca única: amargo, semiamargo, con leche y blanco. Milhojas de dulce de leche, chocolate con almendras, cereales, maní, nueces, coco, pasas de uva, castañas, rellenos con menta, frutilla, nutella, dulce de leche, naranjitas bañadas, bombones...
Bariloche es linda todo el año, con nieve o sin nieve. El encanto de su exuberante naturaleza, sus magníficos lagos, arrayanes y cipreses te convertirán en el protagonista de una postal. Sus cabañas de madera y piedra y ese aire europeo que le imprimieron generaciones de inmigrantes del Viejo Continente la hacen un destino único; la Pequeña Suiza de América Latina.
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